Documentación científica y revisión por pares
Ya sabemos qué es la ciencia, pero sería
imposible hablar de esta disciplina si no existiera una correcta documentación.
La documentación científica se constituye por una cadena imprescindible para
seguir haciendo ciencia. Los investigadores necesitamos trabajos redactados por
otros investigadores para documentarnos en un tema, para saber hasta dónde han llegado otros
compañeros; pero de la misma manera, tal y como se dice en el libro “Como
escribir y publicar un artículo científico” (Robert Day), tenemos el deber de
redactar y publicar nuestros descubrimientos para que otros científicos pueden
hacer uso de ellos.
Hasta aquí todo obvio, pero adentrándonos en
los aspectos de la documentación científica, he encontrado dos ideas que han
llamado mi atención. Por un lado, en el capítulo del libro de J.R. Pérez Álvarez-Ossorio he leído una afirmación que me ha llevado a
reflexionar sobre el tema: La verdadera
revolución en el mundo de la documentación no ha sido el ordenador, sino los
sistemas de telecomunicación. Al principio se ha recalcado la importancia
de redactar las investigaciones, pero estos documentos no serían útiles si el
acceso a ellos fuera rocoso. Es verdad
que sin un ordenador o aparato electrónico es imposible llegar hasta un
artículo publicado en la red, pero realmente la posibilidad de ver o leerlo la
dan las telecomunicaciones, que permiten tener acceso a cualquier documento
desde cualquier punto del planeta a un coste razonable. Por otro lado, en la presentación de los posibles espacios para
publicar investigaciones, he descubierto un posible destino del que no había
oído hablar: espacio dedicado a la curación de contenidos.
Respecto a la publicación de trabajos, hoy en
día, en la ciencia moderna, el método que se utiliza para decidir qué
investigación se financia o qué artículo se publica se denomina “revisión por
pares”. Si nos centramos en la publicación en revistas, este método consiste en
que investigadores expertos en el tema, externos a la gerencia de la revista, evalúen
el trabajo y en base a estas evaluaciones el editor de la revista decida si
publicarlo o no.
El proceso hasta publicar un artículo es el
siguiente: el investigador tiene una idea y la lleva a cabo, a veces con la
ayuda de becas. Después analiza y recoge los resultados obtenidos y los
presenta en conferencias, congresos o en eventos de esta guisa en los que
recibe feedback de compañeros, felicitando su trabajo, aportando nuevas ideas o
corrigiendo errores. Con estas aportaciones el investigador escribe un
manuscrito que envía a una revista. Acto seguido la revista envía el documento
a dos o tres investigadores, que no tienen contacto entre ellos y a los que no
se remunera por el trabajo de corrección, que evalúan individualmente el manuscrito
centrándose en los siguientes aspectos: ¿de qué trata el conocimiento?, ¿es
interesante?, ¿es relevante?, ¿tiene sentido?, ¿se está aportando realmente un
nuevo conocimiento?... La evaluación puede ser positiva (sin necesidad de
realizar ningún cambio o con pequeñas sugerencias para modificar) o negativa (con
sugerencias que permiten un segundo envío o totalmente rechazada). En base a
las opiniones de los expertos el editor decide qué hacer con el artículo.
A pesar de ser un método extendido, hay
investigadores que lo rechazan por su larga duración, por posibles desacuerdos
con los correctores y por posibles robos de ideas. Tal y como se menciona en el
texto de José R. Alonso, existen casos de revisiones estúpidas o de calidad
mínima, demanda de experimentos desmesurados o robo de ideas. Por ello, en contraposición
a la publicación en revistas, algunos investigadores optan por publicar sus
logros en blogs. La manera de publicar es rápida, personal (sin posibilidad de
robo de ideas) y como se ha mencionado antes, gracias a las telecomunicaciones,
accesible para todos los públicos.
Buen resumen!
ResponderEliminarEl peer review ha servido durante varias décadas para que el sistema de publicación científica funcionara bien. Pero el con el gran aumento y especialización de la actividad científica y las tecnologías de la información disponibles segurament le que quede poco, al menos tal y como lo conocemos.